Con menos de 20.500 subsidios para el segmento social, la industria prevé un año con menor ritmo y su PIB crecería 0,9%.
El sector constructor, con el paso del tiempo, ha tenido que adaptarse a las nuevas políticas de Estado que han reconfigurado su modelo de negocio, y ahora, tras remar en contra, tendrán vientos poco favorecedores para este año.
Desde la llegada del subsidio de Mi Casa Ya, el segmento de la vivienda social tomó tal fuerza que se posicionó en el 70 % de las ventas en el país.
Tras años de estabilidad en el esquema, el Gobierno actual decidió cambiar su forma de asignación y recortar su asignación. A tal punto han llegado los cambios, que para 2025 el sector contará con apenas 25% de los del 2021.
“Sin ley de financiamiento, y con el comportamiento reciente de los principales indicadores fiscales del Gobierno Nacional, se prevé una presión sobre los costos de financiación que pueden generar incrementos en las tasas de interés de la economía. Actualmente, las tasas de interés hipotecarias se ubican en un promedio del 11,43 % y se espera una relativa estabilidad en el corto plazo. Sin embargo, la dinámica del gasto público, el cumplimiento de la Regla Fiscal y en general, el desempeño del Gobierno serán determinantes en los costos de financiación de los hogares y las empresas en el 2025”, señaló Guillermo Herrera, presidente de la Cámara Colombia de Construcción (Camacol).
Con menos incentivos, costos al alza y desistimientos por la subida en el precio del salario mínimo, los constructores han tenido que buscar alternativas para mantener su negocio, entre las que destacan negocios más sólidos con base en educación financiera, más opciones de pago y mejores acabados.
De esta manera, los constructores estarán este año apuntándole más a la vivienda no social, la cual desde ya está mostrando mejores resultados.
Así mismo, el gremio proyecta crecimientos en la vivienda VIS moderados pero en menor ritmo que en 2022.
Esperan que el PIB del sector crezca 0,9 % este nuevo año.
Conectividad e incentivos, lo que necesita el turismo
Colombia ha venido mostrando no solo una recuperación sino importantes crecimientos en la industria de los viajes. Y es que Anato, basada en cifras del Ministerio de Comercio, calcula que entre enero y noviembre de 2024, ingresaron a Colombia 5,9 millones de visitantes no residentes, es decir un 9,1% más que en el mismo periodo de 2023, apalancado en la ampliación de la oferta de conectividad terrestre y aérea,
Sin embargo, uno de los más grandes desafíos que ha tenido que sortear el sector ha sido el promover más los viajes de los colombianos dentro de su territorio, por ello, pide estimular la demanda mediante la reducción del IVA en tiquetes y servicios hoteleros y turísticos, pasando del 19% al 5%.
“La reducción de este impuesto definitivamente sería muy positiva para consolidar al turismo como un eje fundamental del crecimiento para los próximos años. La conectividad aérea es vital para la movilidad de los colombianos y fundamental para el crecimiento del turismo en el país. Por eso, es muy importante maximizar las sinergias para crear un escenario favorable al sector”, señaló la IATA.
Mayores desafíos para las redes 5G
Con corte al tercer trimestre del 2024, según cifras del Ministerio de las TIC, en Colombia se habían instalado 1.378 Estaciones Base (EB) móviles 5G a nivel nacional. Además, según un reporte de los operadores, la cobertura con esta tecnología ya se tenía en Bogotá y 32 municipios más, ubicados en 18 departamentos.
De cara al 2025, los operadores deberán seguir reforzando su despliegue, mientras sortean desafíos fiancieros.
En ese sentido, Telecall y WOM deberán avanzar en sus planes de despliegue de 5G, luego de las prórrogas otorgadas. Recordemos que estás dos empresas el año pasado argumentaron dificultades financieras que les impedían cumplir con el plazo inicialmente previsto.
Ahora bien, en los próximos meses se deberá definir el futuro de la integración de Movistar y Tigo. Y es que tras conocerse su integración en días pasado, la SIC le pidió a la UT ampliar información para poder iniciar el trámite de integración, para lo que les dio a los operadores dos meses de plazo.
Mientras esto ocurre, hoy Tigo se enfrenta a despidos, que según ha señalado, hacen parte de su plan de reestructuración.
Año clave en infraestructura
Este año el sector de la infraestructura espera dinamizarse más. Según la Cámara Colombia de Infraestructura (CCI) en el caso del Invías, se esperan recursos adicionales al fondo FIP por $2,1 billones para invertir en 21 proyectos de los programas de legalidad y reactivación 2.0 que están en ejecución para invertir en este y 2026 con vigencias futuras de los años 2027 y 2030.
También se espera la titularización de seis peajes en un periodo de 20 años y con un recurso de $3,2 billones para terminar proyectos como la variante de San Gil, la variante de Socorro, la segunda calzada de Bucaramanga – Río Negro y terceros carriles en la vía Bucaramanga – Ubaté. En esa misma línea, se espera la titularización de dos peajes de la vía Fontibón – Facatativa – Los Alpes por $0,4 billones para la construcción de la variante de Cartagenita y su mantenimiento y operación. Entre otros a su cargo.
En el caso del IDU este año se espera la inversión de $2,7 billones para nueve proyectos y seis consultorías; entre los proyectos destacan la calle 13 con $1,9 billones, la avenida Santa Bárbara y la Avenida Contador con $0,3 billones.
Además, se espera llevar a cabo 10 proyectos (76 contratos) por $1,9 billones para obras de conservación, entre los que destacan puentes vehiculares y peatonales, malla arterial y troncal, entre otras.
PAULA GALEANO BALAGUERA
Periodista de Portafolio
CAMILO HERNÁNDEZ M.
Editor Portafolio.co
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